BMX en las aulas

Un alumno probando el BMX

"Promocionar el deporte es lo que hace falta para que esto suba". Una frase harto repetida por casi todos los practicantes de BMX race en España, que por muy asimilada que se tenga, no deja de ser cierta e importante. Esto es justamente lo que se hizo el pasado lunes 29 de abril en el circuito de San Vicente del Raspeig con niños de entre nueve y diez años que vinieron a probar este deporte tan diferente de los demás. Encuadrados por los monitores del Club BMX San Vicente Kevin Sánchez y Abraham Solbes, los estudiantes del colegio Almazara disfrutaron de un tarde de BMX en el parque Lo Torrent.

 La iniciativa era sencilla según relata Kevin Sánchez, monitor del Club BMX San Vicente y corredor élite, encargado de enseñar el BMX tanto a los que quieren iniciarse a el, como a los más pequeños que luchan en las carreras nacionales. "Contactamos con el profesor de educación física del colegio y le propusimos realizar una actividad diferente, enseñarle a los chavales lo que es el BMX" dice Sánchez. No hubo mayor problema para convencer al maestro que la idea era buena e iba a beneficiar a ambas partes. Por un lado, los alumnos aprenderán y sabrán de qué trata un deporte nuevo y divertido, y harán ejercicio físico probando la pista bajo la atenta mirada de los dos monitores. Por el otro lado, es una promoción muy acertada del BMX, pues va a buscar directamente a los más jóvenes que están en fase de aprendizaje y que pueden engancharse, en el buen término de la palabra, a este deporte. 

Los alumnos atendiendo las indicaciones de los monitores

En total, la actividad duró unas dos horas, distribuidas a lo largo del día. La primera hora, por la mañana y en clase, sirvió de presentación y teoría del BMX race. En qué consiste, cómo se realiza y qué hace falta para practicarlo. "Fue fácil obtener la atención de los alumnos" explica Solbes. "Cuando preguntamos ¿A quién le gusta saltar con la bici? las manos se levantaron como un resorte". Una actividad que segrega tanta adrenalina y emociones fuertes como el BMX es algo que al ser humano le gusta. Durante el resto de la presentación, con vídeos, fotos y diapositivas, Solbes y Sánchez expusieron sus mejores bazas para que BMX race interese a los allí presentes.

Por la tarde, la lección se tornó práctica. La veintena de alumnos del Almazara probaron en sus propias carnes la experiencia de hacer BMX. Cada escolar vino con su bici y su casco, y los que no tenían una propia pudieron coger prestadas las de sus compañeros de clase. Tanto el profesor de educación física como los dos monitores de BMX estuvieron en todo momento velando por el buen desarrollo de la actividad. Cuando se hace BMX por primera vez, el miedo a lo desconocido asusta un poco y nuestra habilidad sobre la bici queda en entredicho. Pero una vez superados los primeros obstáculos, los niños disfrutaron de lo lindo. "Ha sido una grata experiencia enseñar nuestra pasión por este deporte a una clase entera que no sabía de qué iba esto exactamente" concluye Sánchez. Los padres de los alumnos que se habían desplazado hasta el circuito para ver qué iban a hacer sus hijos también estuvieron contentos de que estos tuvieran la ocasión de probar un deporte alternativo que salga un poquito de las actividades tradicionales. 

Y esta iniciativa no queda aquí. En mente de los impulsores de este proyecto está acudir al máximo de clases de todos los institutos de San Vicente del Raspeig para informar a los chicos y chicas que existen más deportes que el fútbol o el baloncesto. "El objetivo es que todos los niños y niñas de San Vicente hayan probado alguna vez en su vida el BMX" aseveran los monitores. Seguramente a más de uno le apetezca volver a probar y quiera apuntarse a las clases para seguir practicando BMX race de manera continua.

Solbes explicando a los alumnos