martes, 23 de abril de 2013

Enfermedad crónica

Ya se ha agotado el primer cuarto de la temporada post olímpica y toca hacer balance. Sin pretender ser agorero el pronóstico del enfermo es muy malo y sin vistas a recuperación. Sin embargo, tenemos que diagnosticar el problema, encontrar las causas y proponer un tratamiento si pretendemos que éste viva. Bien, el primer paso ya está casi dado. Sabemos de qué padece el BMX español: no se ha conseguido pasar las motos en la primera prueba del europeo y no se ha conseguido (por milésimas) pasar los tiempos en la primera prueba de copa del mundo. Suficiente para que la federación retire la respiración asistida, deje morir al paciente y en el fondo se alegre de ello. Pero este agonizante no es alguien cualquiera, es un apasionado, quiere vivir, quiere salir adelante y va a luchar para su supervivencia, pues, detrás suya tiene el apoyo y la pasión de muchas personas que están dispuestas a seguir peleando.

El paciente se está muriendo. Parece que el año pasado recobró algo de fuerza, una ilusión que hizo creer a sus seguidores que podría ser el principio de una recuperación. Se pasaban las motos en los campeonatos de Europa, se disputaban semifinales, se pasaban también los tiempos en las copas del mundo, y se veía la clasificación para los J.J.O.O. cada vez más cerca. Además, la poca medicina que recibía la aprovechaba al máximo para levantar la cabeza. Pero con una dosis mínima se quiso conseguir grandes resultados y no pudo ser. A finales de mayo el enfermo volvió a caer. Cayó en un coma que duró casi un año y del cual se despertó a principios de abril. Sin embargo, aturdido por su letargo, los músculos acartonados y la conciencia en otro lado, fue incapaz de dar la talla y ha vuelto sucumbir. 

El próximo paso será el siguiente ¿Cuándo volverá a despertar? y ¿Qué tratamiento va a recibir?

Para saber cuándo saldrá del mundo de Hades, hay que diagnosticar las causas. Podrían resumirse en las siguientes: falta de inversión económica, mala gestión del presupuesto, incompetencia y modo arcaico de funcionar de la federación y de las instituciones en general, y ausencia de instalaciones de alto rendimiento. Lo raro es que este enfermo todavía respire.

Hablando en plata, es imposible que España clasifique para los Juegos Olímpicos de Rio 2016 sin un tratamiento eficaz y dejando todo al talento de los corredores. El tratamiento debe empezar cuanto antes y debe consistir en lo siguiente: una planificación de cuatro años del entrenamiento y del calendario de carreras de una selección nacional definida y una instalación enfocada a la práctica del BMX de alto rendimiento.

Está claro que para conseguir eso es necesario dinero. Pero más necesario aún es, que ese dinero no se malgaste y que exista una coordinación entre corredores, instalación y federación para aprovechar hasta el último céntimo en mejorar. No puede ser que todos los países dispongan de una instalación en la que practicar un deporte olímpico y aquí no tengamos ese elemento esencial que representa más del 70% de una manga de BMX. Es impensable no saber a qué carreras va a acudir la federación. Y es inadmisible que los corredores no sepan si forman parte o no de la selección dos semanas antes de una prueba. Así nunca se va a poder progresar adecuadamente en vistas a un objetivo final. 

Ejemplos de países que han progresado notablemente gracias a las cosas bien hechas existen unos cuantos (en este sentido, Gran Bretaña es sin duda el ejemplo a seguir, de cómo un país pasa de clasificarse con justeza en una olimpiadas a acaparar la élite mundial). El tratamiento más eficaz también es el más caro pero no necesariamente se necesita un tratamiento caro para conseguir resultados eficaces. Simplemente hay que saber a dónde se quiere llegar y qué rumbo queremos tomar. Saber si dejamos en coma al paciente hasta 2016 o si empezamos desde ya a sanarlo. 

Parece sin embargo que se ha optado por la primera opción por parte de las instituciones, y cuando llegue el momento de la verdad en Brasil, se culpará de nuevo a los corredores de los malos resultados. Esos mismos corredores que se desviven y sacrifican gran parte de su vida y su salud para un deporte que apenas recibe respeto desde una federación desfasada.

En cuanto a la promoción de la base, eso es otro historia que también será objeto de análisis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario