Falta un día, y la maquinaria mediática lleva ya un buen tiempo promocionando (salvo alguna cosa que diría nuestro amado presidente) la candidatura olímpica de Madrid 2020. Por tercera vez consecutiva se presenta la capital española para albergar unos juegos olímpicos, y no tiene porque ser cierto el dicho de que 'a la tercera va la vencida'. Sin entrar a valorar socialmente los pros y los contras, de la candidatura, pues en cualquier otro medio, miles de columnistas ya se han dejando los dedos de las manos tecleando sobre por qué Madrid no debe hacer unas olimpiadas, o sí debe, lo que aquí se plantea son unos cuantos escenarios distintos y sus consecuencias.
Desde el principio la candidatura está envuelta en mucha polémica y no se sabe a ciencia cierta si de verdad es tan sólida como lo pretende, y más después de la patética rueda de prensa de la alcaldesa de Madrid. Sin embargo es innegable que unos juegos olímpicos en Madrid reactivarían el deporte español (obviemos el fútbol, el baloncesto y el tenis) que no pasa por su mejor momento gracias a la crisis y la poca visión de futuro que se ha tenido en los últimos años.
Se pueden establecer tres escenarios distintos. El primero es que el Comité Olímpico Internacional (COI) en su sabiduría no otorgue los Juegos Olímpicos a Madrid y aquí no ha pasado nada. Esto hará que por un lado tengamos a toda la caverna mediática al igual que hicieron en Madrid 2012 y Madrid 2016, 'verborreando' acerca de que si nos tienen manía y demás. Y por otro lado, el deporte español seguirá igual de mal, con cada vez menos medios económicos y luchando por sobrevivir. El BMX como siempre, irá recibiendo menos presupuesto y menos atención por parte de las instituciones.
La segunda posibilidad es que Madrid sí sea la organizadora de los Juegos dentro de siete años. El lado bueno lo encontramos en el deporte. Se querrá dar una imagen digna en todos los aspectos, y para ello se necesita dinero. Si Madrid gana los Juegos, seguramente el BMX español empiece a contar con un presupuesto digno y se puedan realizar cosas interesantes, dependiendo siempre de quién esté al cargo de manejar el dinero. Pero para poder administrar de forma más eficiente el presupuesto es necesario primero contar con uno que permita alcanzar las metas propuestas.
Este es el lado bueno del asunto, pero no hay que perder de vista la coyuntura económica nacional e internacional. España está atravesando una gran crisis económica, pero sobre todo social. En este escenario el país aprovechará el tirón de los juegos para mejorar la situación económica (pero no social) en estos siete años, pero ¿Y luego qué? ¿Una vez terminado el viaje olímpico se volverá a despreciar lo conseguido? ¿Cuando explote la burbuja de los Juegos volveremos a hundirnos? Esto implicaría que el BMX recayese y se volviera a marginar por parte de las instituciones. Para que esto no ocurra, habría que aprovechar el supuesto crecimiento del deporte para crear una estructura estable y duradera que permita seguir progresando y no volver al abismo en el cual estamos ahora.
Y finalmente, la última conjetura seria que Madrid fuera designada sede de los Juegos de 2020 y que la realidad económica del país obligue en estos siete años al COI a rectificar y darle los Juegos a otro país. Si por lo que fuese, una vez otorgados las olimpiadas y puesta en marcha la maquinaria, España se hundiera económicamente y tuviera que ser rescatada, ¿Cómo afrontaría el COI esta situación? Viendo la trayectoria económica del país, con un 27% de paro, con una economía que se asienta sobre el turismo y que sólo consigue empleos precarios que no permite a la gente consumir y hacer crecer el PIB, no es ninguna frivolidad augurar una posible bancarrota de España por mucho que Francisco Marhuenda o Bieito Rubido se empeñen en decirnos que todo va bien. Este escenario dejaría posiblemente al BMX español (que al fin y al cabo es de lo que se trata en este blog) en la situación más delicada jamas vivida.
Todo esto no son más que posibilidades y reflexiones que uno se hace al observar y leer todo lo que rodea la candidatura a las olimpiadas, la situación económico-social del país y al BMX español. Mañana se empezará a vislumbrar el futuro.
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