Ya ha pasado más de un año desde que Willoughby le ganó la partida a Strombergs en el NIA de Birmingham en el campeonato del mundo 2012. Sin embargo, durante todo este tiempo el letón ha conseguido una medalla de oro y un campeonato de Europa y este fin de semana, en Nueva Zelanda, aspira a reconquistar su trono. Todo el BMX mundial va a estar pendiente desde el miércoles 24 hasta el domingo 28 de lo que pase en la capital económica neozelandesa, más concretamente en el Vector Arena de Auckland, donde se ha dado cita el BMX race mundial para celebrar el UCI World Championship 2013.
El camino hasta la isla del pacífico ha sido largo para todos los corredores, tanto europeos como americanos. Situado en uno de o los husos horarios más adelantados al meridiano de greenwich, la mayoría de los corredores han adelantado el viaje para poder hacer frente al jet lag que iban a sufrir. Así, desde el viernes pasado, muchos eran los 'rider' que se encontraban ya en las islas del pacífico, aclimatándose a los horarios, y perfeccionando los últimos detalles en las pistas locales de los alrededores de Auckland de cara a la gran cita del próximo fin de semana.
Si miramos las inscripciones lo primero que sorprende es la poca participación que hay, debido en parte también a la nueva reglamentación de la UCI para el campeonato del mundo. En elite men, solamente participarán 73 corredores. Ni siquiera la mitad de los que disputaron el año pasado el campeonato en Inglaterra. En junior men serán 65, mientras que elite women, 30 corredoras se pelearan por el título; el doble que en junior women. A pesar de los pocos participantes en las categorías championship, ningún nombre importante faltará, salvo el w4, Antony Dean, que se fracturó la muñeca hace escasas semanas. Volveremos a ver en una parrilla de SX a Willoughby, Strombergs, Fields, Nyhaug, Oquendo, Daudet... Por parte de los hombres. En mujeres, Mariana Pajón es sin duda la corredora a batir, y eso es lo que intentaran Smulders, Post, Buchanan o Walker entre otras.
Y de la parrilla de Supercross hay que hablar. Una de las grandes polémicas que ha suscitado este 'worlds' ha sido el circuito. El espacio reducido del Vector Arena ha obligado a los ya famosos Clark & Kent Contractors a idear una pista híbrida para todas las categorías, con la premisa de una rampa de ocho metros. Este circuito tiene varias peculiaridades. La primera de toda es que se va a utilizar una rampa ajustable, que variará la altura de cinco a ocho metros en función de la categoría. Por lo cual, la primera recta ya no se divide en dos, y debe ser asequible tanto desde la parrilla de SX, como desde la de challenge. 'C&K' han solventado esta dificultad con un doble suave, de alrededor de cinco metros, y un triple a final de recta bastante considerable, que esperan que se pueda saltar entero desde la rampa grande. Será la primera recta de Supercross más pequeña del mundo, y muchos elites ya han mostrado su disconformidad con las características de la pista, demasiado pequeña para la velocidad que pueden alcanzar.
Echando la vista atrás, desde que se instauró el formato de SX para el campeonato del mundo en 2010, los circuitos han ido menguando. En Pietermaritzburg 2010, la pista era un Supercross en toda regla, con largas recta, y salto enormes. Ya en Copenhague 2011, la pista se hizo más asequible mientras que en Birmingham, el National Indoor Arena acogió una pista, aunque bien construida y divertida, bastante pequeña. En Auckland se ha reducido todavía más las distancias y lo único que hace creer que se corre en un circuito de Supercross es la salida.
Y en una pista con estas condiciones, tienen ventaja los corredores más explosivos, que más rápido alcancen su velocidad máxima. Unas buenas características para que Willoughby renuevo su sacro mundial...
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