Off season

Barry Noble en una bici de dual

Aunque sobre el papel la temporada no haya terminado, de facto la mayoría de los corredores aprovechan este mes de agosto para tomarse el parón que tanto beneficia al organismo. Agosto suele ser el mes en el que el BMX race mundial cambia la apretada agenda de competiciones y entrenamientos, por una diversificación de las actividades y un aumento de la relajación y del descanso. Hay que darle un tregua al cuerpo y a la mente, aunque nunca se puede desconectar del todo.

Finaliza el mundial de Auckland y se inundan las redes social de actividades lúdicas. El Facebook, Twitter, Instagram o Youtube de los corredores se empieza a llenar de imágenes o vídeos que recuerdan que los atletas también se toman vacaciones. Las fotografías de playas, montañas o deportes que nada tienen que ver con el BMX reemplazan las clásicas instantáneas de las sentadillas, esprines o 'gate sesh'.

Si entrenar es importante, tener un parón de un par de semanas ayuda al corredor a recuperar energías. Físicamente, el cuerpo descansa y se recupera de todo el tute que se le ha dado a lo largo de la temporada. Mentalmente, el romper con la rutina beneficia en dos aspectos importantes. Por un lado, se sale del círculo diario de entrenamiento y se despeja el estrés acumulado por tanto entrenamiento. Por otro lado, llegará un momento en el que el cerebro tenga esa necesidad de volver a organizar la vida cotidiana, volver a la rutina. Eso hace que uno vuelva con más fuerzas al entrenamiento. Esa necesidad de volver a realizar una serie de sentadilla o un sesión de esprines se consigue tras tener un pequeño periodo de inactividad, o por lo menos de no-entrenamiento. 

Sin embargo, no conviene abandonar el deporte durante dos semanas, dejándose llevar e incurriendo en todo tipo de excesos. No está de más realizar otro tipo de ejercicio, que ayude a mantener un poco el físico y que distraiga la mente. Es una buena época para coger por ejemplo la bici de free, ir al campillo o al skate park, o hacer descenso o ruta. O si se prefiere, hacer cualquier deporte que no tenga nada que ver con las dos ruedas. Todo vale con tal de no llegar a la primera sesión de entrenamiento completamente frito y haber, por lo menos, mantenido una tonalidad física aceptable.

Durante este mes de agosto, a excepción del Red Bull Revolution, no hay ninguna carrera importante. La UCI lo sabe y por una vez, hace caso. Y el RBR tampoco deja de ser una carrera de diversión (y más cuando vemos el circuito que está preparando Elite Trax). Los corredores invitados van a Berlín a disfrutar del circuito y de la estancia, dejando de lado en la medida de lo posible el estrés de la competición. 

Pero una vez llegué septiembre, la competición volverá a tomar las riendas del entrenamiento de cara a cumplir los último objetivos es las carreras restantes de la temporada, de septiembre a noviembre.